martes, 17 de noviembre de 2009

EL OASIS Y EL PARAMO

¿Dónde encontrar
el eje de la vida
si todo está cumplido?
¿En el agua?
¿En las rocas?
¿En la simiente grave?

¿En el secreto peso de la luz
sobre tus párpados
recién tatuados por la luna?

No hay plegaria
que exceda los límites
de tus cuatro paredes temerosas
que el insomnio tapiza con sus lágrimas,
si no pones en ella
el fuego perenne de la Gracia.

Tres golpes en la puerta
no significan
que ha arribado el que esperas.
La luz en tu ventana
no es,
necesariamente,
el alba rumorosa
ni un farol en la noche desvelada.

Cada camino lleva consigo
el triunfo y la derrota,
el oasis y el páramo,
tu voz y tus silencios
en perpetua armonía.

No permitas
que el amor se consuma
como el agua dolida de una acequia
cuando arrecia el verano.

No hay certeza más honda
que el alma que te habita.


Ana María Garrido

2 comentarios:

  1. Hola Ana, vine a visitar tu blog, tus poemas me parecen de gran entereza literaria, como diciendo a los mortales "aquí estoy yo y lo tendreis crudo para echarme". Es una métafora para decirte que me gusta como escribes.
    Un beso
    José Cercas

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  2. Ana, cada uno va haciendo su camino, desde saber saber cuento mide la extensión de su paso; conocernos es una forma de avanzar.

    Te dejo un beso grande.

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